miércoles, 22 de julio de 2009

EDUCAR EN URBANIDAD Y ECOLOGIA

“Educar en urbanidad y ecología”

Introducción

Este folleto nos presenta un recorrido por una serie de situaciones de Normas de Educación y Urbanidad que los niños hoy en día han olvidado, como son las normas de comportamiento en nuestras relaciones y actuaciones frente a: Los mayores de edad, los padres, los maestros, en nuestro aseo personal, en nuestros compromisos con nuestra religión, nuestro país, nuestro medio ambiente, nuestros modales en la mesa, el colegio, la iglesia, el juego, con nuestros amigos, etc.

También rescatamos en este folleto valores como la honradez, la verdad, la puntualidad, el respeto, la tolerancia, y otros.

Antes de cada comida demos gracias al señor.

Rindamos adoración y respeto a Dios, nuestro creador.

Al ir a la cama agradezcamos a Dios lo que pasó sin novedad, y la noche que llega.

Respetemos y honremos a nuestros padres ya que a ellos debemos nuestro bienestar.

Honremos y respetemos los símbolos patrios: como himno, bandera y escudo.

Respetemos a las personas mayores y a los representantes de Dios en la tierra como el papa, los curas y las monjas.

Conozcamos y siempre respetemos los derechos y deberes de nuestra constitución política, como ciudadanos.

Obedecer las autoridades es signo de civismo y amor a nuestro país.

Acudamos al colegio puntualmente y correctamente vestidos.

Al entrar al templo hagamos silencio prestando atención a la misa y respetando las imágenes.

No critiquemos a los maestros ni compañeros por sus defectos, actitudes o carencias.

En el colegio respeta y obedece a los maestros ya que son los encargados de educarte y guiarte.

Al conversar seamos educados, hablando en un tono adecuado y sin vulgaridad.

Al recibir huéspedes en nuestra casa, brindemos un ambiente agradable y acogedor.

Al dirigirnos a personas mayores o desconocidas los llamaremos: señor, señora, profesor, profesora, etc.

No usemos apodos o sobrenombres al referirnos a las personas ya que reflejan irrespeto y falta de educación.

Sentémonos con suavidad colocando la servilleta en las piernas y usándola solo para la boca.

Al ir a la mesa tomemos asiento después de que nuestros padres lo han hecho.

Jamás sorbamos ni olamos las comidas. Ni comentemos temas poco agradables mientras comemos.

Nunca nos paremos o extendamos los brazos para tomar condimentos, bandejas u otros objetos.

Para masticar cerremos la boca y no hablemos. No juguemos con la comida ni arrojemos huesos fuera del plato.

No sirvamos en exceso hasta rebosar los platos, si es preciso repitamos.

No tomemos de otro plato ni ofrezcamos del nuestro alimentos ya probados.

Al trinchar o cortar carnes hagámoslo sin botar la comida fuera del plato.

No introduzcamos los dedos en la nariz, oídos, o en los ojos para asearlos.

Escupir es falta de cultura y aseo.

Lavemos las uñas con cepillo y recortémoslas manteniéndolas pulidas.

Mantengamos el cabello ordenado, cepillado, limpio, brillante y con un corte moderado y manejable.

Lavemos nuestras manos varias veces al día, ya que están en continuo contacto con objetos.

Al toser o estornudar usemos el pañuelo, pero al sonarnos no lo hagamos en presencia de otros.

Cepillemos los dientes y usemos la seda dental luego de comer o beber.

El baño diario es renovador y saludable, solo en caso de extrema enfermedad hemos de bañarnos con menor regularidad.

No ofrezcamos alimentos que ya hallamos probado.

Al estar frente a personas y sentir necesidad de toser o estornudar, volteemos el rostro hacia otro lugar.

No prestemos los elementos de aseo.

Al saludar de mano mantengámoslas limpias.

Limpiemos nuestros zapatos al entrar a la casa.

Es desagradable ver morder o babear esferos, lápices ó borradores tanto en los propios como en los ajenos.

No desperdiciemos el agua ni los alimentos. Es cuestión de conciencia y ahorro.

Nunca comamos o bebamos directamente de ollas o jarras, para esto usemos vasos y platos para servir una porción.

Mudémonos la ropa interior diariamente así repitamos la ropa exterior del día anterior.

No es necesario estar a la moda para lucir bien presentado, solo basta el aseo, planchado y cuidado de nuestras prendas de vestir.

Lustremos y limpiemos el calzado. Además de llevar los zapatos para su reparación.

Remplacemos los vestidos rotos o en deterioro o descoloridos.

La cocina al igual que el baño son focos de bacterias. Por esto, hemos de mantenerlos limpios y desinfectados.

Conservemos el frente de la casa limpio.

Al levantarnos organicemos nuestro cuarto y tendamos la cama.

Seamos ordenados y aseados en la casa así tendremos un hogar agradable.

Al bajar a desayunar debemos estar: Aseados, vestidos y de buen humor para dar los buenos días.

Al vestirnos y desvestirnos hagámoslo prudentemente y a puerta cerrada.

No juguemos en la vía ni en el andén.

Si transitamos por la calle, hagámoslo tranquilamente y prestando atención al cruzar la vía.

No llamemos a gritos a los conocidos en la calle. Simplemente aproximemos a ellos sin sobresaltos.

No crucemos entre las personas que se detengan a dialogar o a mirar vitrinas.

Nunca caminemos por la casa en ropa interior y mucho menos desnudos.

Para entrar en una habitación, toquemos siempre antes.

Devolvamos en buen estado las cosas que nos presten además de retornarlas rápidamente.

Es preciso designar un horario, tanto para las comidas como para la hora de salida y llegada.

Organicemos los papeles como: facturas, documentos, recibos, etc... Archivando en un sitio para su fácil consulta.

Debemos tener en cuenta nuestras obligaciones y compromisos económicos además de los plazos en que estos se cumplen.

Seamos puntuales en citas o advirtamos nuestra ausencia con anticipo.

Hemos de mantener siempre en cuenta el orden en nuestra ropa y demás objetos.

Al ir a la cama debemos dar las buenas noches y pedir la bendición a nuestros padres.

No hagamos obsequios costosos a quienes no cuentan con los recursos para corresponder a dicho obsequio.

Nunca abramos la puerta de la casa al estar solos sin antes saber quien timbra.

Jamás escuches conversaciones ajenas, tras las puertas o por el teléfono.

No recibas objetos ni alimentos de personas desconocidas.

Aprendamos la dirección de la casa, el teléfono y nuestro nombre completo o llevemos algún documento en caso de extraviarnos o accidentarnos.

Hagamos saber siempre a nuestros padres a donde vamos cuando salimos de casa por seguridad y por tranquilidad.

No transitemos por vías oscuras o muy solitarias ya que son peligrosas.

Respetemos y conservemos en buen estado las señales de tránsito.

Utilicemos por seguridad los puentes peatonales.

Nunca hablemos con extraños ni recibamos comida o regalos de ellos.

Al viajar nunca saquemos la cabeza o los brazos por la ventanilla.

El alcohol produce dependencia alterando nuestra personalidad y afectando nuestra salud.

El consumo de cigarrillos produce enfermedades respiratorias y el corazón.

Sólo de nosotros depende llevar una vida ordenada y sana, para desarrollarnos como personas de bien.

El uso de drogas acaba lentamente con las personas además de arruinar su vida y la de quienes le rodean.

Debemos controlar los desechos industriales para proteger la naturaleza.

Sembremos árboles en los nacimientos de agua.

La contaminación visual y auditiva nos alerta y nos afecta.

Los escapes de los autos contribuyen a la contaminación de las ciudades.

Al abrir y cerrar la nevera hagámoslo rápidamente para ahorrar el consumo de energía.

Colaboremos con el reciclaje; separando las basuras.

Saquemos las bolsas de basura los días indicados para su recolección.

Al hacer fogatas en el campo, asegurémonos de apagarlas al marcharnos.

Nunca saquemos de su medio ambiente plantas o animales ya que estos podrían morir.

Al ir de paseo no arrojemos basuras a los ríos.

Cuando hallan escapes de agua o roturas de tuberías avisemos rápidamente para su arreglo.

Al lavarnos los dientes, lavar la ropa, pisos, platos, etc… Consumamos solamente el agua necesaria, sin desperdiciar.

La mayor parte del planeta es agua en estado líquido, sin embargo no debemos contaminarla.

Aprendamos a utilizar la energía necesaria sin malgastarla.

El agua es vital para procesos en los seres vivos, como la circulación y nutrición.

Si contaminamos los mares, los ríos, lagunas, etc… ponemos en peligro la vida.

Debemos dar un manejo y uso adecuado de sustancias químicas como abonos, pesticidas, ya que pueden envenenar y destruir el suelo.

No botemos al suelo basura, en especial materiales biodegradables como vidrios y plásticos.

Reutilicemos los empaques o productos elaborados en cartón, madera, vidrio, etc… Y ayudemos a su reciclaje para disminuir la tala de árboles y la contaminación.

Protejamos el suelo de la erosión sembrando árboles.

¡Por que de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito para todo aquel que en él cree no se pierda más tenga vida eterna!

Juan 3- 16

COMPILÓ: LIC. JUAN CARLOS LÓPEZ PINEDA

DOCENTE SAN ANTONIO

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